4000 es una buena cifra
Cinco y media de la mañana, comienza el viaje en barco. Al subir a este “catamarán”, nos encontramos con cientos de birmanos espatarrados por todos lados, gallinas, sacos de comida, cajas y muchas cosas más. Existe una zona VIP para turistas ya que pagamos unas diez veces más el precio real del billete. En este caso, tan prestigiosa zona consta de varias sillas de plástico en la proa.

Cada cierto rato el barco emite un sonido terrible, la bocina. Es atronador, pero tiene un sentido. Avisar que nos acercamos a un puerto. En cada parada, suben una docena de mujeres ansiosas por vender sus productos: mangos, pollo y todo tipo de alimentos. Su objetivo es claro: avasallar al turista para que pague precios astronómicos. Para tratar de convencerte se ponen plátanos en la cabeza, se sientan a tu lado, tratan de meterte comida en la boca, etc. En definitiva, es divertido y hacen que las 16 horas de trayecto sean más amenas.

Finalmente llegamos a Bagan, la ciudad estrella de Myanmar por albergar una llanura con más de 4000 templos budistas. Lo primero que notamos es que hace un calor asfixiante. Decidimos alquilar dos bicis típicas de “verano azul” para recorrer el complejo.

No es que nos hayamos convertido en deportistas porque nuestra idea inicial era alquilar una moto para combatir mejor el calor y poder disfrutar de una mínima brisa (si es que existe en esta zona) pero en Bagan tienen prohibido alquilar motos a turistas. ¿No será porque quieren que alquilemos bicis y así tengamos que comprar 10 litros de agua y tomarla bajo un sol abrasador de 40 grados?

El lugar es increíble. Tranquilamente y a nuestro ritmo visitamos varios templos. El problema es que para entrar a los oscuros templos uno debe descalzarse. La cantidad de suciedad no es un serio problema, pero si lo son los muchos escorpiones y cobras que hay por esta zona. Hemos visto un escorpión del tamaño de una mano! Otro handicap es que a partir de las diez de la mañana, el calor hace que nos convirtamos en un hurón y busquemos la sombra.

Pero si por algo son famosos los templos de Bagan, son por las espectaculares salida y puesta de sol que ofrecen. Después de despertarnos a las 4:30 de la mañana con mucha energía y ganas, después de pedalear los 8 kilómetros que separan nuestro hostal de “nuestro templo” y después de subir los escalones de más de medio metro de altura, por fin llegamos a la ansiada salida de sol y efectivamente, una vez más, TODO HA MERECIDO LA PENA. Estamos solos en la cima del templo y dando una vuelta de 365 grados podemos ver hasta dónde nos alcanza la vista un puñado de los más de 4000 templos construidos. Entonces nos preguntamos, ¿Para qué construyeron tanto templo? ¿No eran suficientes 1000 o 1500?


Por la noche, nos juntamos con los amiguetes que hemos conocido durante el día. Refrescarte después de tan calurosos días sienta muy bien.

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Alomejor a Frank le daría miedo acompañarme a aquí… ¡4000 templos! Tendría terror a que me diera visitar todos y cada uno de ellos.
Que no os habéis convertido en deportistas??? Pues si de esta no salís deportistas, ya me diréis!!!
Bueno, cuando llegáis??? Que aquí si que hace un calor asfixiante…
jajjaja
Bss
Impresionante Bagan ….. q recuerdos …. vivid a tope esta ultima etapa … y nos vemos en nada!!!!
Muak
Me encanta el lugar. Los templos son preciosos. La gente parece simpática. Las fotos, sin comentarios, pues cada vez os superais. Creo que ya deberíais ir preparando el próximo, pues este se acaba. Que poquito os queda. Relajaos en Thailandia, que por aquí las cosas están dificilles.
¡Que sitio tan increiblemente bonito!
Me encanta que estéis a punto de vuelta, pero cuánto voy a echar de menos vuestros posts…
Que pronto nos vemos!!!!!
!!!Que cantidad de templos!!! debe ser impreionante…me alegro que todas vuestras aventuras os esten mereciendo la pena, bsos.
P.D. las fotos….como siempre, buenisimas.