Trekking del Monte Kinabalu

El trekking del Monte Kinabalu es de esas experiencias que guardaré en mi memoria para siempre. Para mi tiene el mismo valor que las hazañas de Kilian Jornet y hoy os trataré de explicar por qué.

¿Qué es el Monte Kinabalu?

El Monte Kinabalu es una montaña que se encuentra en el Parque Nacional de Kinabalu, declarado Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. Esta montaña está situada en Malasia Oriental, Borneo. Su altura es de 4095 metros y tiene fama de ser uno de los cuatro miles “más fáciles” del mundo.

Además, es uno de los lugares que siempre aparece en toda guía de los mejores lugares del Sudeste Asiático. Uno de esos sitios que todos deberíamos visitar al menos una vez en la vida.

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

Inicios de mochilero

Llegamos a Kota Kinabalu en mis inicios de mochilero, en el año 2004. En aquel viaje tuve la suerte de compartir experiencias con dos grandes viajeros y mejores personas. David Graupera y Chema Costa.

David es el típico superviviente nato. Es la persona que la dejas en un desierto sin agua ni comida a 200km de la ciudad más cercana y el tío sobreviviría. Por otro lado, Chema es también un superviviente pero destaca por ser una persona que siempre ríe y siempre ve el lado positivo de todo problema. Optimista por naturaleza.

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

Mochila no apta para ascensión ni a una a la mesa del bar de la esquina

A pesar de que éramos muy jovencitos, ya era nuestro cuarto viaje juntos y sabíamos perfectamente lo que podíamos esperar los unos de los otros.

A pesar de eso, debo decir que a los tres nos sorprendió el clima de Kota Kinabalu. Hacía frío, bastante frío para lo que estábamos acostumbrados en el Sudeste Asiático.

Nuestras mochilas, eran mochilas de poco peso. Un par de mudas de vuelta y vuelta, un bañador, unos vaqueros, un par de calcetines, unas chanclas de playa y unas deportivas. Para nada una mochila pensada para subir una montaña. Lo cual me recuerda una conversación telefónica con David el día antes de viajar desde Barcelona.

  • Javi: David, ¿cómo vamos? ¿Has hecho la maleta?
  • David: Sí
  • Javi: ¿Qué te llevas?
  • David: 2 camisetas, bañador y vaqueros
  • Javi: ¿Nada de abrigo?
  • David: (risas) ¿Abrigo? Que te piensas, ¿Qué vas al polo norte? Carga poco peso que si no te arrepentirás.

El tono burlón de David hizo que la ropa de abrigo se quedara en casa… L

La decisión de ascender al Monte Kinabalu

A pesar de no tener ropa ni para ir a comprar pipas, Chema insistía en frases como. No pasa nada. El mundo es para los valientes. Total, que decidimos que subiríamos la montaña.

Sin embargo, Chema es optimista pero como buen catalán que es y somos los tres, al ver los precios nos escandalizamos. Entre el permiso para ascender y el guía obligatorio eran un pico y nos destrozaban el presupuesto bajísimo que teníamos.

No sé si por las risas de Chema que siempre le funcionan o por acto divino pero en poco tiempo nos encontrábamos en el despacho del gobernador, alcalde o jefe de turismo de Kota Kinabalu negociando unos student disccounts especiales para nosotros. Chema siempre dice que la estrella nos ilumina y gracias a ella conseguimos el ascenso por 3€ por persona más 10€ el guía. Un auténtico chollo si hacéis un poco de googling buscando los precios reales.

La noche del taller de costura

Recuerdo la noche antes de comenzar la ascensión como si fuera ayer. Estábamos cenando con un frío feroz y hablábamos de que íbamos a pasar mucho frío. Será durillo decía David. Además, veíamos al resto de turistas con sus cazadoras North Face y calzado de trekking lo que hacía que pareciéramos tres locos que habían perdido una apuesta.

De repente David dijo: ¿Por qué no nos fabricamos ropa de abrigo? Chema y yo nos miramos extrañados pero poco tiempo después nos encontrábamos los tres con el cuchillo del hostal haciéndonos cazadoras, bufandas y guantes con las sábanas y mantas. Vamos, como empezó Amancio Ortega su imperio en Zara. 😀

Ascensión al Monte Kinabalu

Al día siguiente, equipados con “ropa de abrigo” y recién desayunados, comenzamos el ascenso con optimismo.

Habíamos planeado el ascenso en dos días y una noche. El plan inicial era ascender 6km hasta un refugio de montaña, dormir y al día siguiente los 3km finales para atacar la cima.

Comenzamos a muy buen ritmo, paso a paso y escalón tras escalón. En breve nos distanciamos del resto de turistas y seguimos como dice Chema: ¡a fondo!

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

Algo no va bien

Después de varias horas y a poco rato del refugio comienzo a notar un dolor terrible en la cabeza. Me extraño. Estoy cansado pero para nada tanto como para sentirme tan mal.

Ignorante de mí, desconozco que estoy iniciando un mal de alturas. Me siento a descansar y rápidamente el dolor de cabeza desaparece. Ya está, pienso ingenuamente.

Comienzo a caminar pero al poco rato vuelve el dolor de cabeza y me cuesta respirar por lo que vuelvo a parar. Por suerte, ya vislumbro el refugio por lo que pienso: “Va coño Javi, caminas un poco más y descansas hasta mañana. Ya lo tienes”.

Mala decisión

Ya en el refugio descanso aliviado. David ya espera sentado y sonriente. Chema y el guía aún no han llegado. Me tumbo a descansar y beber algo. Mientras hablo con David, llegan Chema y el guía y este último nos dice que hemos subido muy rápido y que nos recomienda hacer la cima hoy puesto que el día es muy soleado y que puede cambiar en cualquier momento.

En ese momento hago lo peor que puedo hacer. Para evitar las burlas de Chema y David que aún durarían, decido no decir nada de cómo me encuentro. Craso error.

La tortura

Mientras llegaba Chema, hemos hablado con el guía y comido algo. Ha pasado 1 hora. A pesar de este largo descanso, al poco de comenzar a caminar vuelven los dolores pero se intensifican.

Obviamente, Chema y David avanzan y yo me quedo rezagado con el guía. Son sólo tres kilómetros hasta la cima pero son un auténtico infierno.

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

Cada pocos pasos debo parar, asfixiado y me siento a contemplar el paisaje para tomar aliento. Es un paisaje de escándalo por encima de las nubes.

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

A medida que van pasando los minutos, las paradas son más largas y avanzo es menos. Además, en alguna parada me entran arcadas. Claros síntomas de mi cuerpo de que me rinda y vuelva a bajar.

Trekking al Monte Kinabalu

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Sin embargo, mi cuerpo no sabe lo testarudo que soy. Subiré.

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

Finalmente, después de 9 horas y medio moribundo veo a David y Chema en la cima tumbados descansando. ¡Lo conseguí!

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

Me siento tan mal que no puedo disfrutar del tremendo paisaje que nos ofrece la cima. Sin embargo, a partir de ese día, siempre llevé y llevaré el monte Kinabalu en mi corazón.

Es que como dice la camiseta que me compré: “Nada es imposible después de coronar el Monte Kinabalu”.

Trekking al Monte Kinabalu

Trekking al Monte Kinabalu

P.D: Dedicado a David y Chema, grandes compañeros de viaje. Podéis ver un resumen de esta aventura en el vídeo resumen del viaje que hizo Chema.