En tren hasta el techo del mundo

Dejamos China con destino al Tibet. En realidad, el Tibet pertenece a China, pero como tiene pinta de ser tan diferente hemos decidido dedicarle un apartado entero a esta región conocida por ser el techo del mundo al encontrarse aquí el monte más alto de todos, el Everest.

Desde Xi’an vamos a pasar casi dos días en el tren de las nubes. Tiene este singular nombre debido a que es el tren más alto del mundo. En algunos tramos sobrepasa los 5000 metros de altura. Imaginaros como debe ser la cosa, que el tren tiene hasta oxígeno extra en cada asiento por si en algún momento lo necesitas.

Antes de subir en este tren, apodado cariñosamente por nuestra parte, “el corredor de la muerte”, se nos pasan muchas cosas por la cabeza: nos dará el famoso “mal de alturas”, nos moriremos del asco, no nos aguantaremos tantas horas encerrados en un mini espacio, etc, aunque después de fantasear, vemos que la realidad no es tan dura porque miles de personas cogen este tren diariamente (tiene más de 18 vagones), así que nada de quejarse y a subirse en él!!!

Tren hacia el Tibet

Para pasar las siguientes 35 horas, puedes elegir entre tres clases: asiento duro, cama dura o cama blanda. El asiento duro es un gallinero lleno de gente escupiendo, masticando, durmiendo en el suelo, haciendo tratamientos de la abuela en la piel, con miles de maletas por todos lados y no se puede descansar nada. Ya lo hemos vivido de camino a Xian y esta vez hemos sido más señoritos, a por la cama dura (a Javi como buen catalán que es, le ha costado ceder)!!.

Tren hacia el Tibet

Entramos en un paraiso desconocido hasta ahora por nosotros, ya que fardamos de buenos mochileros. Nos acomodamos en nuestro camarote de 6 camas (aunque sin puerta, tampoco se puede perdir más) y por lo menos te puedes tumbar y dormir plácidamente. Aquí hemos conocido a dos chicos chinos muy majos y un australiano mayorcete que viaja con una intérprete china para facilitarle el viaje. Gracias a ellos, hemos descubierto como se escribe nuestro nombre y por supuesto lovely planet en chinito mandarin.

Tren hacia el Tibet

Tren hacia el Tibet

Durante el trayecto, el tren va pasando por paisajes montañosos increíbles, con lagos, búfalos y un cielo iluminado de una manera especial. Creemos que en China la luz del sol es especial porque nunca habíamos visto cielos tan bonitos. Así que la cámara no ha parado de trabajar.

Tren hacia el Tibet

Entre foto y foto, pasan carros de comida. Nosotros llevamos suministros para estos dos días. Así, hemos podido disfrutar de unos sandwiches, sopas, pipas, patatas fritas, un melón y una sandía. Para 35 horas no está mal, ¿verdad?. La tiendaaa en casaaa…

Tren hacia el Tibet

También nos ha dado tiempo de trabajar en el ordenador y por supuesto dormir.

Tren hacia el Tibet

Y finalmente, después de casi 36 horas llegamos a Lhasa para comenzar a explorar esta región tan enigmática como es el Tibet, pero eso ya os lo contaremos.