De Kalaw al Lago Inle

Llegamos a Myanmar. Lo primero que nos sorprende es la vestimenta. En este país, los vaqueros dejan paso a las faldas, ya sea para niños, hombres o mujeres. Poca gente viste como nosotros estamos acostumbrados. La segunda cosa que nos llama la atención es el maquillaje. Los birmanos se maquillan con un pastiche hecho de una manera muy natural, mezclando un trozo de madera y agua. Según nos han dicho, a parte de hacerlo por el bien de la piel, lo hacen para tener una tonalidad más blanca al estilo Michael Jackson. A veces se les va la mano con el maquillaje…

Maquillaje tradicional birmano

La tercera cosa que llama la atención de Myanmar es que no hay cajeros en todo el país. Suponemos que es una medida dictatorial del gobierno para tener el país bajo su control. Por este motivo, nos hemos visto obligados a acudir al mercado negro para cambiar nuestro dinero. Al llegar al hotel, parecíamos auténticos contrabandistas.

Mercado negro Yangon

De Yangon, sin ni siquiera darle una oportunidad (ya se la daremos a la vuelta), partimos a Kalaw, una pequeña localidad base para hacer un trekking de tres días que nos llevará al famoso lago Inle, un lago que todo el mundo que visita se enamora.

El trekking lo hacemos con Stephanie, una Suiza que lleva viajando 8 meses por Asia, y Mónika, una eslovaca que ha comenzado hace poco a viajar pero que quizás viajará durante los siguientes cinco años.

Equipo trekking kalaw a lago inle

Comienza el trekking. Pasamos por bonitos bosques y arrozales. En el camino, todo birmano que te cruzas te ragala una sonrisa y un “Min gala ba” (hola). Les encanta interactuar con el turista y a nosotros con ellos por lo que nos lo hemos pasado en grande. En especial con la cámara de vídeo, se vuelven literalmente locos y todo el mundo quiere ser grabado.

Paisajes

Los paisajes no nos han parecido nada del otro mundo, pero lo que si es impresionante son las aldeas donde pasas la noche. Son rurales y muy básicas pero todo el mundo es muy alegre y simpático. A nuestro paso, búfalos, vacas y caballos pasean a sus anchas y los niños se divierten en pequeños charcos.

Gente local

Gente local

El segundo día hemos sido víctimas de una gran tormenta. Eso ha convertido los caminos en ríos y una pista de patinaje para nuestros pies, nos han dejado las zapatillas llenas de barros. Al final hemos tenido que caminar descalzos y hemos limpiado las zapatillas en un charco lleno de “pequeñas” caquitas de vaca.

Tormenta enorme

La segunda noche se pasa en un monasterio. Es un lugar sagrado pero la verdad es que nos ha parecido un poco circo. Después de dar la propina obligatoria por dormir allí, el monje nos ha dado su bendición. Una vez más, lo mejor es la aldea que rodea el monasterio, llena de imágenes para el recuerdo.

Durmiendo en monasterio

El tercer y último día ha sido un poco fraude. Los caminos y las vistas no tienen nada de especial. Con esto, lo mejor ha sido la explicación de Do, un birmano que nos ha explicado paso a paso como se prepara en todo el país una mezcla de hoja de tabaco con troncos y… Como ya vimos en Filipinas, esta droga casera la mastican y escupen durante todo el día, dejando el suelo y sus bocas de un color rojo bastante asqueroso.

Droga Birmana

Finalmente ya estamos en el lago Inle, un lugar único, pero eso ya os lo contaremos.