No es como empieza sino como acaba
Por fin han llegado las vacaciones. Hoy Martina debuta como viajera y se subirá a su primer barco para visitar la isla de Mallorca.
La primera causa de viajar con Martina es el equipaje. Normalmente a nosotros nos gusta viajar casi con lo puesto, pero añadir a Martina a nuestros viajes supone añadir carrito y miles de historias que ni nos imaginábamos antes de ser papás.
Ya lo tenemos todo listo, nos disponemos a cargar todo el equipaje en el coche cuando de repente comienza a diluviar en Barcelona como hacía tiempo que no veíamos. Sabemos que es una tormenta de verano que durará poco rato pero como tenemos que llegar al barco cargamos las miles de bolsas al coche. Por este motivo acabamos como Michael Phelps cuando acaba de ganar una carrera, completamente mojados.

Pero bueno, positivismo, estamos de vacaciones así que nos dirigimos al Puerto de Barcelona y seguimos las indicaciones que dice Balearia, la compañía que nos debe llevar a Mallorca. Con cientos de coches y una lluvia severa cuesta orientarse pero finalmente estamos en la cola del barco, cuando estamos entrando un tipo nos para, mira los billetes y dice: “¿Ibiza?, adelante!”. “Cómo que Ibiza! Nosotros vamos a Mallorca!”
Ya vamos con el tiempo justo pero nos dice una amable chica que no nos preocupemos, que sigamos las señales de la competencia que ponen Transmediterrania, Roma y Livorno. Cómo leches quieren que la gente no se confunda si debes seguir las señales equívocas?
En fin, no pasa nada, tomamos nosotros y bastantes coches más el camino que nos dice y de repente está cortado, no se puede seguir. El problema es que muchos coches han tomado ese camino siguiendo las indicaciones de la “amable operaria de Balearia” y dar la vuelta es un auténtico caos.
Después de un rato conseguimos salir del problema y siguiendo las señales de la competencia llegamos a una inmensa cola de coches. “Menos mal, ya estamos”, pensamos inocentemente.
Comemos un kebab que nos hemos comprado, damos el biberón a Martina mientras vamos avanzando más lentos que un Minardi. Tan lento que a Bibi se le ocurre que baje para hablar con otros conductores y asegurarnos de que estamos en la cola correcta.

Hablo con un par de tipos: “Esta es la cola para Mallorca verdad?”. Un tipo me mira extrañado y me dice: “Mallorca? No, Menorca”. En ese momento pienso: «mierda perdemos el barco». Rápidamente subo al coche y continuamos el camino hasta el inicio de la cola donde se encuentra un operario al que le pregunto. “Oye, el barco que va a Mallorca donde cojones está?” . “Es esta cola” me responde. “Cómo que esta cola? Pero si la gente se piensa que va a Menorca!” El tipo me hace un gesto como que es lo que hay y que debemos volver a la cola.
Así que volvemos atrás pero en ese tiempo han llegado todos los coches del mundo mundial y somos los últimos pero por lo menos estamos en la cola buena.
Pasa el tiempo, subimos al barco. Alucinamos con los pocos controles que hay, no nos piden ni el DNI para comprobar que somos las personas que dicen nuestros billetes. Españistán …
Después de más de dos horas de aventuras ya estamos en el barco y le digo a Bibi: “Que bien, a pesar de que llueve muchísimo el barco no se mueve nada!”. Bibi se queda mirándome asombrada hasta que me doy cuenta de que el barco que se mueve es el que está en frente.

Suerte que no es como empieza sino como acaba …
Como se nota lo poco viajados que sois…..
Espero que no os perdáis por la isla que es muy grande y peligrosa…
Suerte que tenéis un par de canguros maravillosos con quien dejar a Martina, que por cierto está preciosa.
Petonets.
Jajaja, la aventura!! ¿Nos contaréis qué tal viajar con Martina, verdad? En breve seremos papás y no nos gustaría dejar de viajar, así que todo relato y consejo es bueno. A disfrutar familia viajera!! ;-P
Menos mal que Martina mantuvo la calma, novatos!
Vaya aventura!! Pero al final, salió genial! Disfrutad!!
Jajjaja más lentos que un Minardi!! jajaja
A estas horas supongo que ya estaréis disfrutando de Mallorca 🙂
Un abrazo familia! a topeee!!
Jajaja… Me he reído mucho.
Pensad que, si todo hubiera ido como la seda, el artículo hubiera sido un rollazo.
Irene y Paula siempre se ríen de mi porque al puerto y al aeropuerto me gusta ir con muuuuuuucha antelación, pero es que me gusta salir de casa con el convencimiento de que, aunque todo vaya fatal, yo voy a embarcar a tiempo.
Pasadlo genial y un beso muy grande a los tres!!!