Puente entrenando el estómago y en busca de la tapa 10
El inicio del mes de Diciembre es símbolo de que la Navidad está a la vuelta de la esquina pero también es una fecha que todos los trabajadores marcan en sus calendarios por disponer uno de los puentes más largos del año.
Nosotros hemos elegido las montañas del Pirineo Aragonés para pasar un tranquilo puente. La verdad es que es nos apetecía pasar unos días relajados y el paisaje, rodeados de montañas y naturaleza, nos acompaña.
Como el buen tiempo no ha permitido abrir las pistas de esquí, Astún y Candanchú, la gente y entre ellos, nosotros, hemos decidido entrenar nuestros estómagos para las fiestas navideñas que se avecinan y es que habiendo estado ausentes el año pasado, queremos dar la talla en estas familiares fechas.
Hemos comenzado el entreno en la Tasca de Ana, un pequeño bar de Jaca que en nuestra opinión ofrece las mejores tapas de los Pirineos. Toda una delicia ha sido degustar el famoso JFK, un montadito compuesto por foie, jamón de jabugo y solomillo de ternera. A pesar de que es delicioso, creemos que el solomillo le resta algún punto y por lo tanto no podemos dar un 10 a esta delicatesen.

Siempre acompañados de un buen vino, probamos el Rodolfito, un langostino rebozado con una tarrina rellena de salsa de quesos. Delicioso pero seguimos buscando nuestra tapa diez.

Cambiamos de bar y de población. Nos trasladamos al bar Jose, un pequeño bar en pleno corazón del pueblo pirenaico de Villanúa, rodeado de montañas, la más famosa es el Collarada. Aquí se reúne todo el pueblo para comer sus famosas gabardinas, gambas rebozadas de un sabor inigualable. Buenísimas. Lógicamente, hemos completado dicho manjar con unas rabas y sobre todo con unos vasos de vino.

Otro bar mítico de Jaca es la Campanilla, donde sus patatas caseras con una salsa peculiar son un éxito seguro para cualquier ruta tapera. Exquisitas.
Esta época del año es la temporada de recogida de setas. Nosotros no somos grandes expertos en distinguir que setas son venenosas y cuáles no, pero la negrilla es muy fácil de detectar. Así que para caminar un poco, nos hemos ido en su búsqueda. Volvemos a casa con cuatro cestos llenos. Así que con un poco de jamón, un poco de ajo, a la sartén y para dentro.


Hemos visitado otros bares como la Estrella, donde hemos probado sus pinchos de tortilla, sus patatas bravas o sus croquetas entre otras cosas pero seguimos algo insatisfechos. ¿Por qué no podemos poner un 10 a nada? ¿Somos exigentes? Decidimos volver al punto de origen. La Tasca de Ana para probar nuevas opciones. Esta vez nos decantamos por unos oporto, un montadito compuesto por foie y cebolla caramelizada. Esta tapa ha destapado todos nuestros sentidos y las papilas gustativas han disfrutado como nunca. Este es nuestro diez. Por fin hemos completado nuestro entreno y volver a casa por navidad.

Pero que ríca entrada! Espero os vaya todo bien y tengais un excelente año.
Cordiales saludos.
Ramón
P.D.: Las fotografías están muy, pero que muy bien.
¡¡¡Gordoooos!!!
Yo también creo que estais buscando inspiración para el concurso de tapas que haceis con vuestros amigos aragoneses. Aunque no ganarais, deberiais hacer una de pimientos de piquillo rellenos de morcilla, que son de «11».
..bueno. bueno..que «trabajo» habeis tenido en el puente. yo no hubiera sabido a cual de las tapas le hubiera dado el «diez» !!!me gustan todas!!! mañana venis a comer….por favor, no seais muy exigentes
Vaya puente gastronomico!!! Que envidia!!!!
¡Mmmm! ¡Qué bueno! ¿Para cuando un blog culinario?
ya se lo que intentais…… estais ensayando para la II edición del concurso de tapas!!!!!
os he pillao!!! pues ésta vez seré yo la ganadora, ya vereis!!!
jajajaja
¿Para cuando vuestro viaje a Japón?
¡Felices Fiestas!!!!
Una forta abraçada
Yo no puedo ver eso… lo echo de menos… 😛
que pinta tiene todo pareja!
Un fuerte abrazo desde Pekin 😉