El sol

Una de las cosas que nos emociona más cuando viajamos, es presenciar una puesta o salida del sol. No sabemos por qué, pero el color espectacular del cielo, junto con el sol redondo y la tranquilidad con la que casi siempre presencias este espectáculo de la naturaleza, hacen que para nosotros sea algo muy especial.

Las maravillas del mundo como el Taj Mahal, son increíbles a cualquier hora del día, pero sin duda, se tornan más espectaculares cuando el color del cielo a ciertas horas del día acompañan.

Taj Mahal

Hasta en lugares que por sí solos no serían paradisíacos, una puesta de sol puede resultar inolvidable. Si uno se imagina el río sagrado de La India, el Ganges, lleno de suciedad y cadáveres de humanos y animales, cuesta imaginar que madrugar para navegarlo en barca te pueda regalar un amanecer como el de la siguiente fotografía.

Rio Ganges - Varanasi

Como muchos de vosotros sabéis, Filipinas guarda un lugar muy especial en nosotros, y es que cada vez que recordamos cenar en un pequeño restaurante a orillas del mar presenciando cielos con imposibles tonalidades pensamos: «¿Cuándo volvemos?»

El Nido - Filipinas

Myanmar es un país que te cautiva rápidamente por la amabilidad de sus habitantes y por las injusticias a la que se ven sometidos debido a la fuerte dictadura que sufren. Además, tiene lugares que no dejan indiferente a nadie como los templos de Bagan. Contemplar un amanecer desde la cima de alguno de sus más de 4000 templos, es algo que difícilmente olvidaremos.

Bagan - Myanmar

La montaña amarilla, en China, es uno de los lugares del mundo donde se tiene la suerte de presenciar lo que se conoce como el mar de nubes. Este fenómeno sucede cuando hasta donde alcanza tu vista sólo se ven nubes y de repente ves aparecer el sol por debajo de ellas. Simplemente alucinante.

Montaña Amarilla

En el desierto de Jaisalmer (La India), un punto turístico muy importante era ver el atardecer rodeado de turistas y camellos. Las imágenes que presenciamos allí fueron de película. Nos pasamos mucho rato jugando y retratándonos con el sol.

Jaisalmer - La India

Posiblemente, las mejores puestas de sol que hemos presenciado han sido en la Isla de Pascua. El ver salir o esconderse el sol detrás de las enigmáticas figuras de los Moais hace que cojan un color especial que agranda todavía más el misterio.

Isla de Pascua

A veces, como en el transcurso del trekking “Poon Hill” en Nepal, tuvimos que madrugar y subir una montaña a más de 4000 metros de altitud para ver un amanecer. Por suerte, cuando llegas y contemplas la majestuosidad de los Annapurna con los rayos de primera hora del día, ves que el esfuerzo siempre merece la pena.

Poon Hill - Nepal

A veces nos da por jugar con el sol y pasar un tiempo intentando sacar una foto más original. Eso sucedió en el valle de las mariposas en Turquía.
Pasamos un buen rato para que el sol que se despedía, quedara justamente en el centro de la anilla de la lata de cocacola.

Faralya - Turquia

La isla de ko phi phi, es una de las islas más turísticas de Tailandia. Significa que, a veces, puedes agobiarte de tanto turista en un lugar tan pequeño pero por otro lado, nosotros encontramos nuestro momento en la isla.

Ko Phi Phi - Tailandia

Después de un día sin parar de caminar, caminar, intentar entendernos con la gente y esquivando a miles de chinos en Huangzhou (China)…nos paramos, nos sentamos y simplemente disfrutamos.

Huangzhou - China

Huangzhou - China

Había llovido mucho durante toda la tarde y de repente, el tiempo nos deleitó con una puesta de sol de ensueño. Sin palabras en la Isla de Bunaken (Indonesia).

Bunaken - Indonesia

En Indonesia hay miles de templos, muy curiosos llenos de monjes, peregrinos y turistas. Como es lógico, el momento en el que se concentra más gente es en de la puesta de sol, y es que en ese momento las voces y los griteríos se cambian por el sonido de los flashes de las cámaras para inmortalizar el momento.

Tanah Lot - Indinesia

Lo bueno que tienen las salidas y las puestas de sol es que no es necesario dar la vuelta al mundo, ni siquiera viajar. Basta con tener la suerte de
contemplarla cualquier día.

Y vosotros que, ¿Ya habéis tenido la suerte de presenciar un bonito amanecer o una espectacular puesta de sol?

Polinesia Francesa