Parque Nacional de Timanfaya

Suena el despertador!!! Pero esta vez no es para ir a trabajar sino para visitar el Parque Nacional de Timanfaya y como dice el refrán “a quien madruga, Dios le ayuda” así que nos hemos puesto en ruta. Cuando decimos “en ruta”, es recorrer unos pocos kilómetros porque al ser una isla tan pequeña te la puedes recorrer de Norte a Sur unas cuantas veces, las distancias son muy cortas.

El paisaje de la isla es muy árido, te vas encontrando alguna palmera y cáctus, por supuesto, ya que es el plato estrella de la isla. Conforme te vas acercando al Parque, el paisaje pasa a ser una extensión de lava, mires a donde mires, solo se distingue entre la lava la carretera que nos dirige hacia la entrada al Parque. Es sin lugar a duda, uno de los paisajes más espectaculares que hemos visto y sin movernos de casa!!! Parece que estamos en otro planeta, cambiando a los alienígenas por los miles de turistas que esperan visitarlo.

Timanfaya

Timanfaya

Dentro del Parque, no se puede visitar a tu aire, cosa que nos encanta, tenemos que ir montados en un autobús donde nos ponen una grabación en español, inglés y alemán con la explicación de su origen y formación pero no puedes bajar para hacer fotos y el cristal refleja!!! Ohhhhhh noooooooo!!!

Timanfaya

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Después de una hora de recorrido por este espectacular paisaje, nos dejan en el restaurante “El Diablo”, diseñado por el “salvador” de la isla César Manrique. Además de la clavada que te meten por aposentar el culo en una silla y degustar su magnífica carta, nos llama la atención que están asando el pollo sobre un cráter!!!

Timanfaya

Y por último, nos llama la atención el diablo o figura extraña que adorna las entradas a los parques y que se ha convertido en un símbolo para la isla. Pero qué significa?

Timanfaya

Es diablo simboliza las Montañas de Fuego diseñado por César Manrique.

Timanfaya

Una vez más, una imagen vale más que mil palabras.

Timanfaya

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