La Cuba colonial: Cienfuegos y Trinidad
Nos vamos de Viñales tristes. Es de esos lugares que enganchan y nos quedaríamos una temporada aquí sin problemas.
Además, hoy toca un día duro del viaje ya que salimos a las 07:00 de la mañana y 500km por carreteras cubanas después, habremos visitado las dos ciudades coloniales más emblemáticas de Cuba.
El trayecto de 6 horas Viñales – Cienfuegos lo hacemos sin parar y sin mayores problemas. Bueno, en realidad hemos pasado bajo una nube que nos ha dejado un chaparrón. Ha durado 1 minuto sin exagerar, pero ha convertido la autopista en una pequeña balsa y el coche no tenía demasiado agarre. Que peligroso es conducir en Cuba.
A la 13:00 llegamos a Cienfuegos. Esta ciudad fue colonia francesa y hemos leído que tiene uno de los paseos marítimos más bonitos del mundo gracias a sus casas coloniales del siglo XIX.

Aparcamos en el centro, la plaza Jose Martín y en nada ya tenemos a tres tipos haciendo cola, uno nos pide el dinero por aparcar en la calle, el otro nos pide camisetas y el otro euros porque colecciona.

A primera vista ya se ve mucha diferencia con la Habana. Las casas están mucho más cuidadas y las calles están muy limpias.

Después de refrescarnos, recorremos los 2 km que mide el malecón (paseo marítimo) de Cienfuegos. Después de varias casas coloniales impresionantes llegamos al final del malecón en punta gorda y estamos algo decepcionados porque la realidad es que no nos ha parecido ni la mitad de impresionante de lo que habíamos leído.

Nos sentamos a comer presenciando la bahía y de repente la música más repetida en Cuba, truenos inmensos y el cielo negro a poca distancia. Va a llover nos tememos y como no queremos mojarnos tomamos un bicitaxi para llegar un poco (muy poco) más rápido al coche.

Dejamos Cienfuegos y tomamos la carretera a Trinidad. Nos advierten de que tengamos cuidado con los cangrejos. Cangrejos? Sí, a lo largo de la carretera van cruzando cangrejos y se ve que es muy típico pisar uno y que te pinche las ruedas. Así que en este trayecto vamos esquivando huecos y cangrejos. :S
Llegar a Trinidad es como viajar al pasado. Es un verdadero museo al aire libre esta ciudad colonial española. Casas coloniales perfectamente conservadas, carruajes y caballos arriba y abajo, hacen de esta ciudad una auténtica joya.


Fue declarada patrimonio mundial por la UNESCO en 1988 y a pesar de que muchas veces no estamos de acuerdo, en esta ocasión les damos toda la razón.


Aquí pasaremos dos días en casa de Damaris, situada en frente del bar emblemático de Trinidad, la Canchanchara, famosa por la bebida canchanchara hecha con limón, miel y agua ardiente. Nosotros somos más de mojitos y un buen puro! 😛


El centro son todo calles adoquinadas con sus casas coloniales de colores. Es un gustazo pasear. Sin embargo, cada poco se nos acerca un cubano a hablarnos y al cabo de un rato nos dice que hay cámaras y nos lleva a una esquina para pedirnos una camiseta o lo que sea.


Se ve que en Trinidad hay más gente de lo normal que pide al turista y por ello la policía ha puesto cámaras para tratar de evitarlo. A la hora de la verdad, la gente se conoce a la perfección los puntos muertos de las cámaras y no sirve de mucho.


Trinidad es una ciudad con miles de rincones con encanto para disfrutar de un daiquiri, un mohito o una piña colada aunque está bastante vacío todo al ser temporada baja. Mejor.


Seguimos callejeando, no pararíamos nunca. En un cruce que me quedo haciendo fotos, Bibi prosigue. Han sido sólo unos minutos, los suficientes para que a Bibi le preguntarán: ¿quieres un chico?

Además de ser espectacular, Trinidad tiene mar y montaña al lado. Con este calor insufrible nos decantamos por el mar. A tan solo unos kilómetros se encuentra la playa de Ancón, la mejor playa de la costa meridional de Cuba.

Es una buena playa pero el sol nos abrasa. Suerte que hay sombrillas para resguardarte. Sólo aguantamos en el agua y eso que está medio nublado!
Y con esto, dejamos la Cuba colonial. ¿Cuál os ha gustado más? ¿Cienfuegos o Trinidad?
Esto ya tiene otra pinta… La verdad que muy bonito… Lo que no me gusta es que estén pidiendo siempre…
Por lo que he visto me gustan mucho las 2. No sabía que Cienguegos hubiera sido colonia francesa. Siempre pensé que Cuba había sido siempre y toda ella española. También me gusta vuestro coche.
Vaya viaje chulo que os estáis pegando. Me ha gustado mucho la Cuba colonial.
De la bandera que tiene Damaris en su casa, en la foto con Bibi espléndida, copiaron los exiliados catalanes la estelada de los independentistas actuales.
Feliz viaje de regreso
Petonets.