Parque Nacional de Yosemite

Nos dirigimos a Yosemite, el parque nacional por excelencia de California y el más turístico. Habíamos oído opiniones de todo tipo: Es muy bonito, es demasiado turístico, es lo mejor que he visto, etc.

A la entrada del parque (que por cierto volvemos a no pagar gracias a nuestro pase anual :D) nos dan unos panfletos muy majos con el virus que ha afectado a varias personas estos últimos meses en Yosemite y de las cuales 3 han muerto. Los panfletos explican cómo evitar el contagio pero también dice que no hay cura para él. En la oficina de turismo nos comentan muy amablemente que el riesgo es casi nulo así que comenzamos nuestra aventura en Yosemite.

Lo primero que pensamos es que a causa del virus seremos afortunados y habrá menos turistas pero ¡qué va! Los hay por todas partes y los hay muchos que acampan dentro del parque aún sabiendo que se contagia por los excrementos de una rata que posiblemente estarán donde planten la tienda.

Con turistas o sin ellos, Yosemite es un espectáculo de la naturaleza, realmente muy bonito. Desde el Glaciar Point, se ve una panorámica brutal de las montañas y el valle que va por el interior.

Lo malo por decir algo malo del parque es que en un día ves mucho pero te vas con la sensación de no haber visto nada. ¡Hay muchas cosas que hacer!

Nosotros hemos optado por hacer algún trekking corto por senderos maravillosos.

En uno de esos senderos, hemos llegado a una mini playa con mesitas de picnic ideales para comer para todo el mundo menos para nosotros. Las abejas nos la tienen jurada.

Finalmente toca dejar Yosemite. Decidimos hacerlo por el Tioga Pass ya que mucha gente nos lo ha aconsejado y después de haberlo hecho, afirmamos que es la mejor manera de escapar de Yosemite ya que no paras de ver paisajes sublimes durante los que también puedes hacer caminatas. Otra vez más pensamos que este es un lugar para disfrutarlo varios días, pero otra vez será.