Recuperando fuerzas en un Onsen para visitar Akihabara
Ya estamos de vuelta en Tokio después de 7 días recorriendo el país.
Estamos literalmente petados. El plan de hoy es visitar más templos en Kamakura. Sin embargo, estamos demasiado cansados y saturados para seguir visitando más templos.
Necesitamos un día para descansar y hacer algo diferente o nuestro cuerpo no se va a poder mover en unos días y además no lo disfrutaríamos.
Es bien sabido que uno no puede abandonar Japón sin probar un Onsen. Un onsen viene a ser un balneario de aguas calientes donde la gente pasa el día. Hay lugares mejores que otros pero hemos buscado información y el mejor onsen de ciudad está en Tokio, en la zona de la bahía.
En la entrada del Onsen Montegari, nos dan a elegir entre cuatro yutakas, el típico kimono nipón, y entre cuatro cinturones. Elegimos los que nos gustan más.
A continuación nos separan, como es normal, en vestuario de mujeres y hombre. Al salir ya cambiados, nos encontramos en la simulación de un pequeño pueblo edo con bares, tiendas de souvenirs y juegos para niños y no tan niños. Desde luego aquí en Japón saben cómo entretenerse.
Al encontrarnos, embutidos en unos coloridos kimonos y pareciendo dos cacatúas andantes no podemos evitar reírnos el uno del otro pero de forma cariñosa.
En el Onsen hay una zona de baño mixta para charlar y meter los pies en remojo. Después nos separamos a los baños separados para hombres y mujeres y no podemos mostrar fotos porque está todo el mundo en pelotinga!!! Y no es una imagen demasiado agradable…
Los baños constan de varias zonas al aire libre y a cubierto en la que relajarse en aguas ardientes con piedras, tumbonas o burbujas entre otras cosas.
Al salir comemos en la zona de los muchos restaurantes pero como somos unas ratillas de cloaca y presuponíamos que dentro sería caro, sacamos nuestro kit de comida y nos pegamos un buen festín.
Estamos relajados pero todavía necesitamos algo más. De repente lo vemos, zona de masajes. Nos pegamos cada uno un masaje de 40 minutos que nos deja como nuevos! Eso, acompañado de una buena siesta en la zona de tatamis nos da energía para poder ver algo de la capital nipona.
Decidimos sacar el friki que llevamos dentro y nos vamos al barrio de Akihabara. Este barrio es la meca de la tecnología en todo el planeta. Bueno, tecnología y todo tipo de frikadas japonesas como manga, figuritas de super héroes que no conocemos ninguno.
Una de las zonas estelares es un edificio de consolas retro. En este edificio podemos jugar y comprar spectrums, msx, amigas y todos los juegos de las primeras consolas de Nintendo y sega. Una auténtica reliquia que todo buen friki debería visitar si viene a Japón. A nosotros nos ha traído grandes recuerdos de nuestra infancia.
En Akihabara hay varias calles en las que hay muchachuelas disfrazadas que te invitan a pasar a un bar restaurante. Son los conocidos Maid Cafés o Cafés de Sirvienta. En estos restaurantes todas las camareras están disfrazadas de ninjas, de colegialas o de lo que sea y dentro del bar, ambientadísimo también te tratan como si fueras un auténtico marqués. Por eso el nombre de cafés de sirvientas.
Acabamos el día cenando en un sitio sin ningún turista y lleno de japoneses con lo que suponemos estará bueno. El problema es que para pedir, hay una máquina en la calle en la que tienes que meter el dinero y darle a unos botones que por supuesto están todos en japonés. ¿Qué hacemos? Como hemos venido a jugar y nos encanta la comida japonesa hacemos pito pito colorito y con un poco de ayuda de un japonés que pasaba por la calle degustamos una deliciosa y baratísima cena a base de gyozas y una especie de noodles con verduritas fritas. Viva la comida japonesa!
