Shangai, ¿Estamos en China?

Parece mentira que dentro de un mismo país existan contrastes tan extremos. Llegamos a Shangai y nos encontramos con una ciudad demasiado civilizada, moderna y dinámica para nuestro gusto.

Skyline Shangai

El caos del tráfico al que estamos acostumbrados se cambia por motos y coches eléctricos que pasan inadvertidos porque el sonido es nulo por lo que antes de cruzar una calle hay que mirar dos veces. Los mercadillos callejeros con todo tipo de fricadas, ropa falsa, etc, lo cambian por centros comerciales enormes y tiendas de marcas. Sólo gente de a pie ofrece este tipo de objetos pero todo muy clandestino.

Calle Nanjing

Hay zonas de la ciudad que si no fuera por los rasgos característicos de los Chinos parece que estemos caminando por París o Londres ya que tiene por un lado el conocido barrio Francés debido a sus edificios, calles y tiendas y por el otro el Bund, la orilla este del río con imponentes edificos de estilo británico. Echamos de menos el caos, desorden, la falta de estructura en los planos de la ciudad, los mercadillos callejeros, en definitiva, lo que consideramos que hace característico a este país.

Barrio frances

Lo que no cambia y eso si que no lo echaríamos en falta es la «educación». Eso de ir por la calle y que la gente escupa y dispare a 3 metros o estemos en un restaurante y se tiren un eructo o coman absorbiendo es típico en todo China, aunque las personas estén adornadas con un traje de ejecutivo o una simple camiseta.

Jardines Yuyuan

Eso sí, la foto de los rascacielos no tiene desperdicio de día, de noche, al atardecer, por arriba, por abajo. Hemos hecho fotos desde todos los ángulos posibles. Pero una de las mejores vistas es desde el Shangai Financial World Center de 492 metros de altura, el más alto del China y el tercero del mundo!

Skyline Shangai

Skyline Shangai

Para llegar a este edificio debes cruzar el río, para lo que tienes diversas opciones. La más friki es el Bund Tunnel y por supuesto allí hemos ido nosotros. La verdad es que no sabemos muy bien como explicarlo, ni que sensación te deja, ni si te gusta o no, simplemente HAY QUE VERLO!

Bund Sightseeing Tunnel

Otro aspecto negativo de Shangai es la comida. La comida nos resulta cara en comparación a otros lugares de China, pero justo al lado del hostal hemos encontrado un puestecito callejero que se pone todas las noches en el mismo sitio y a la misma hora. Ya nos han puesto en la lista de sus clientes favoritos. Son muy majos y por ello los teníamos que nombrar, aunque no hablan ni papa de inglés.

Puestecito callejero

Y por último, no se que tenemos los españoles que se nos reconoce a la legua. Hemos coincidimos con varios que han soltado unas cuantas perlas y tenemos que decirlas: una pareja entrada en años y le dice el hombre a la mujer a grito pelao (el escenario era un pequeño puente): «puente allí». Un catalán le dice a un alemán: Yesterday, We drink deu n’hi do, eh?!. Olé! y por último un andaluz le dice a su grupo mientras está cruzando la calle: «Cuidado niños, que aquí no respetan ni las canas».

Así fuimos, así somos y así seremos: inconfundibles.

Shangai