Fin de semana en Venecia II
Para regresar, tenemos que morir en los buses acuáticos, los vaporettos. Desde esta isla vamos al Puente de la Academia y por el camino se puede disfrutar de algunos preciosos palacios del Gran Canal. Lo divertido de ir con niños es que los barcos son toda una aventura. El puente de la Academia es de los más antiguos de Venecia y uno de los cuatro puentes que cruza el Gran Canal hecho de madera.


En una orilla (lado Plaza San Marcos) podemos disfrutar de una gran plaza muy animada y en la otra orilla se encuentran las Galerías de la Academia, que albergan una de las colecciones de arte veneciano más importantes. En nuestro caso y por exigencias del guion de viajar con niña, decidimos callejear por detrás de las Galerías de la Academia hasta llegar al Campo Santa Barnaba. Todos los caminos son bonitos así que nos dejamos llevar.


Madre e hija admirando los canales de Venecia
Aquí destacamos su iglesia, no por ser de una belleza diferente a las demás, sino para los más frikis ya que apareció en la película de Indiana Jones y la última Cruzada. Además. A pesar de que en la película era una biblioteca os resultará de lo más familiar. Muy cerca se encuentra el Puente del Pugni, puente famoso por enfrentar a dos famosas bandas de la camorra italiana (los nicolotti, que vestían de negro y los castellani, con capas y sombreros rojos). En el suelo se pueden ver las marcas donde debían poner los pies para comenzar la batalla campal.

Iglesia donde se rodaron las pelis de Indiana Jones
Una vez cruzas este mítico puente, recorremos la calle Rio Terrá Canal que desemboca en una de las plazas más animadas y mejor ambiente de la ciudad, Campo Santa Margherita (en el barrio de Dorsoduro. Nos hemos enamorado del ambiente de esta plaza, por lo que no podemos elegir mejor lugar para jugar al “pilla pilla”, comprar unas pizzas en Pizzeria Al Volo y tomar un Aperol o cichetti (canapés variados sobre pan tierno) en una de sus múltiples terrazas.

Empieza a oscurecer y parece que los turistas van desapareciendo o por lo menos pasamos de 15 turistas por metro cuadrado a 7!!! Y se nota, nos gusta, y empezamos a caminar sin empujones y con mayor tranquilidad! Pero esta ciudad es un auténtico laberinto y requerimos del GPS para regresar a nuestro hogar dulce hogar. Martina ya lo llama “mi casa” y el dueño es su “amigo”.

Nos damos cuenta que a menos de 20 metros de nuestra casita tenemos el ponte delle Tette o Puente de las Tetas en Spanish que ya pierde todo el glamour, en italiano tiene un punto “cool-fashion”. Este puente era conocido por que nos encontramos en el antiguo barrio rojo “El Rialto Carampane” y este puente lo solían usar las prostitutas para mostrar sus tetillas y atraer a los hombres. Además se encuentra uno de los restaurantes más míticos de la ciudad: Antiche Carampane, situado en uno de los callejones sin salida que va a dar a un pequeño canal.


Gondolero navegando en canal de Venecia
Tenemos una espinita clavada: El Sotoportego dei Preti. Hemos dado mil vueltas, siguiendo GPS, mapas, preguntando y hemos sido incapaces de llegar a él y seguro que estaba delante de nuestras narices. En realidad no es más que un arco de piedra rojiza en forma de corazón que según cuenta la leyenda (y a mí no me gusta hablar…), concede amor eterno a las parejas que lo tocan y nosotros no lo hemos podido tocarrrrrrrr

Mi niña que guapa es. Le da cienmil vueltas a Venecia.
Venecia preciosa….pero vosotros más….!!!que ganas de volver!!
Venecia preciosa, nunca nos perdíamos la serie del comisario Brunetti, pero yo me quedo con la foto de Martina con el antifaz veneciano. Que rica está…
Petonets