Sí quiero

Nos despertamos en Las Vegas. Este podría ser un día caluroso más en la capital del estado de Nevada. Podría ser un día más en esta ciudad visitando casinos y centros comerciales gigantes pero en un momento que no podemos describir en palabras decidimos que no fuera así. Decidimos hacer de este día uno de los más especiales de nuestras vidas: ¿Nos casamos?

Después de un copioso desayuno decidimos partir en busca de la iglesia que elegiríamos para tal evento. Para ello nos alejamos del cogollo y la multitud de los casinos. En todos ellos, hay capillas pero ninguna nos convence, nosotros queremos casarnos de una manera divertida en las Vegas pero no queremos que sea un circo. Finalmente la encontramos, allí, tranquila y solitaria se asienta la iglesia más antigua de la ciudad. En ella más de 800.000 parejas han sellado su amor. Nosotros seremos los siguientes.

Boda en Las Vegas

Entramos y una chica muy amablemente nos explica todo el proceso. Vemos que nos falta el papeleo burocrático de una boda, la ropa y lo más importante, ¡los anillos! Nos marchamos pero volveremos.

Nos dirigimos al juzgado, en la puerta un grupo de caza-parejas se aglomera y nos dice que vayamos a sus respectivas iglesias. Dentro, algunas parejas ya están rellenando el papeleo. Así pues, rellenamos toda la información y pagamos, por supuesto, lo que vale el proceso. Primer objetivo cumplido.

Lo segundo que necesitamos es ropa de boda. Lógicamente para un viaje de este tipo, no llevamos en la maleta trajes de boda, así que algo tenemos que hacer. En la iglesia podemos alquilar por $50 disfraces de Elvis Prestley, Marilyn Monroe entre otros muchos disfraces pero ninguno nos convence. ¿Por qué alquilar un disfraz que no veremos nunca más? ¿No es mejor comprar ropa que podamos utilizar en España? Después de meditarlo un rato, decidimos ir a uno de esos mega centros comerciales y comprarnos ropa que podamos reutilizar en casa. Nada del otro mundo, pero un par de polos y una falda solucionan este punto.

Boda en Las Vegas

Por último quedan los anillos. Decidimos hacer una ruta de cervezas y mientras vamos bebiendo y brindando vamos ojeando diferentes tiendas. Los vemos de todos los tipos, plateados, dorados, de colorines. Entre cervezas y unas risas finalmente vemos unos anillos del humor personalizados de Las Vegas. ¡Nos encantan! Cambian de color dependiendo de nuestro estado de ánimo o al menos eso dicen. Lamentablemente no solo cambian de color ellos, también colorean el dedo… pero nos da igual, los compramos.

Boda en Las Vegas

Con los deberes hechos volvemos a la iglesia y empieza la negociación: ¿Queréis flores? Sí! ¿Queréis ropa? No! ¿Queréis cura? Sí! ¿Queréis anillos? No! ¿Queréis que Elvis os cante? No! ¿Queréis fotógrafo? Sí! Y un sinfín de preguntas más…

Boda en Las Vegas

Finalmente llega el momento de la ceremonia de la boda en Las Vegas, los nervios a flor de piel, Bibi entra con la canción nupcial, Javi espera nervioso, nos cogemos de la mano y comienza la misa. El cura en un inglés perfecto habla de nuestra unión, el amor y la vida hasta llegar al momento en el que nos toca decir: “Yo Javi/Bibi acepto…” Pero claro, en inglés complica las cosas… Por último, no nos digáis por qué, pero a la pregunta de “Javi/Bibi, ¿aceptas a Javi/Bibi como tu legítimo/a esposo/a?” Javi responde “Yes I promiseeee” y Bibi “Yeaaaah!!!” Entre muchas risas nuestras y del cura ya somos oficialmente marido y mujer. ¡Qué fuerte!

Boda en Las Vegas

Después de la ceremonia, el fotógrafo sólo hace que repetir una y otra vez la misma fotografía mirando en frente, mirándonos el uno al otro y dándonos un “Little kiss”… grrr Decididamente el fotógrafo no es muy profesional así que decidimos hacernos alguna foto por nuestra cuenta.

Boda en Las Vegas

El día 25 de Setiembre de 2012 siempre será el día en que dijimos: “Sí quiero”

Boda en Las Vegas